martes, 24 de febrero de 2015

Franck Ribéry al nacer sus padres lo abandonaron en un convento para monjas. Dos años mas tarde sufrió un accidente de coche en el que salió disparado por la luna delantera al no llevar cinto cortándose la cara ocasionándole las cicatrices de su cara. En una rueda de prensa el jugador francés dijo: "De pequeño se reían de mis cicatrices y me esconda en mi  cuarto a llorar, eso me ha ayudado en la vida."Y para colmo el jugador de 31 años cuenta que le expulsaron del convento por mal comportamiento y porque se escapaba para jugar al fútbol con sus amigos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario